17/10/10

Una antigua historia de la tribu Navajo

Hace muchos, cientos de años, un viejo indio de una tribu Navajo me contó esta historia:

- La vida... me dijo, es eterna, pero la vida no es lo que vosotros creéis.


La vida no se limita a vuestros "seres vivos".

La vida es TODO lo que hay.

Todo lo visible e invisible. La materia y la antimateria, lo manifestado y lo no manifestado,

lo que imagináis malo y lo que imagináis bueno, lo que imaginasteis y

lo que aún no habéis imaginado, la oscuridad y la luz, todo y nada.

La vida rige con poder absoluto todo cuanto hay y no hay.

Potencia a los que lo reconocen y a los que no y, lo más importante,

su capacidad de computación es infinita, universal y de

proporciones más que cósmicas.

Pero la vida, añadió...

Es como una gran tela, una trama que como tal, hace de su tejido una

forma capaz de adoptar infinitas formas y ocultar infinitas otras. Una trama

que, como tal, está tejida de miles de hilos, entrecruzados, ordenados,

aparentes y sin embargo débiles por sí mismos.

La capacidad y potencial de esos hilos para tejer una tela resistente,

radica en su disposición a colocarse de acuerdo con su forma o matriz.

Matriz que crean dichos hilos a su antojo y conveniencia.

Así que tu, uno de esos hilos has de saber algo:

Tu potencial es infinito, pero tu debilidad también.

Tu capacidad para obrar es infinita y las formas que dispongas ayudarán a

disponer la trama de ese tejido.

Pero ten en cuenta una cosa:

Esa tela que tu creas es tu libertad y tu prisión, tu causa y tu consecuencia,

tu felicidad y tu sufrimiento.

Cada forma que trences afectará a su tejido y cada tejido que forme te afectará a ti, porque, en realidad

tu ni eres esa tela.

Eres TODO y todo tendrás.

No trences con otros hilos algo que haga sino lo que tu quieres que esa tela sea.

No te resistas a ser trenzado con otros hilos que hagan lo que ellos esperan que esa tela sea.

Pero ante todo UNETE a todos y cada uno de ellos porque estás atado

a ellos y eres libre de tejerlos y trenzarlos como vosotros queráis.

Una última cosa.

En unos cuantos años, tejeréis una afición, una pasión, un sentimiento y su fruto nacerá de esos precisos elementos elegidos, afición, pasión y sentimiento.

La afición, pasión y sentimiento se convertirán en afición, pasión y sentimiento...


Y no dejarán a ningún hilo sin aficionarse a la afición,
apasionarse por la pasión y sentir sus sentimientos.


Lo llamareis como elijáis pero, llegado ese día... yo te encomiendo a una

única afición, a una única pasión, a un único sentimiento.

Trenza los tuyos y vive con ellos.No podrás evitar lo que has creado.

No hay comentarios: