Lección 43 :
"Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él".
Hoy son necesarias 3 sesiones largas, de 5 minutos cada una, la primera lo más
temprano que puedas, la última lo más tarde, y la otra intercalada.
Repetí la idea de hoy con ojos cerrados; luego mirá a tu alrededor, aplicándola
a lo que veas, al azar (4 ó 5 objetos), por ej: "Dios es mi Fuente. No
puedo ver esta cama separada de Él" Luego, cerrá nuevamente los ojos,
repetí la idea de hoy, y dejá que aparezca cualquier pensamiento pertinente,
por ej: "Veo a través de los ojos del perdón, veo el mundo como
bendito", etc.
Si te resulta imposible pensar en algo, volvé a abrir los ojos, y repetí desde
allí con los objetos.
En las sesiones cortas de práctica, aplicá la idea a toda persona con la que te
encuentres: "Dios es mi Fuente. No puedo verte separado de Él" y
aplicala a las situaciones que se presenten durante el día: "Dios es mi
Fuente. No puedo ver ésto separado de Él". Tratá de no dejar pasar lapsos
muy largos sin usarla.
La percepción no es un atributo de Dios, su ámbito es el conocimiento. Dios
creó al Espíritu Santo para que sea Mediador entre la percepción y el
conocimiento; sin este vínculo, la percepción habría reemplazado al
conocimiento en tu mente.
En Dios no podés ver; la percepción no existe en Dios. Pero en el proceso de
erradicar lo que nunca fue, la percepción, inventada por el Hijo de Dios para
un propósito no santo, debe convertirse en el medio para restaurar la santidad
en tu conciencia. Una percepción que ha sanado, te deja ver que no podés ver
separado de Dios, porque no podés estar separado de Dios. Todo lo que hacés, lo
hacés en Dios; lo pensás en Su mente.
Lección 44 :
"Dios es la luz en la que veo".
Hoy precisamos, como mínimo, 3 sesiones de práctica de 3 a 5 minutos cada una
(se recomienda enfáticamente que le dediques más tiempo, sobre todo si no
sentís tensión) además de repetir la idea a menudo durante el día con ojos
abiertos o cerrados. Pero sobre todo, decidite a no olvidarte de hacerlo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente
mientras la repetís varias veces. Tratá de sumergirte en tu mente, abandonando
las interferencias, sumergiéndote más allá de ellas. Si te viene un
pensamiento, no te involucres; dejalo seguir. Estamos intentando hacer algo muy
sagrado: llegar a Dios. Si sentís resistencia o temor, hacé una pausa y repetí
la idea con ojos cerrados. La idea de hoy tendría que hacer que te sientas
relajado, e incluso hacerte sentir que te adentrás en la luz. Tratá de pensar
en luz sin forma ni límites.
La idea de hoy es una continuación de la anterior, pero le agrega otra
dimensión: no podemos ver en la oscuridad, ni fabricar luz. La luz y la vida
son inseparables; son diferentes aspectos de la creación. Para poder ver,
debemos reconocer que la luz se halla en nuestro interior, y no afuera. Esta
luz está siempre con nosotros, haciendo que la visión sea posible siempre. Hoy
intentamos llegar a esa luz, (y aprovechamos para entrenar nuestra mente) Dios
es la luz en la que vemos, estamos intentando llegar a él.
Lección 45 :
"Dios es la Mente con la que pienso".
Haremos 3sesiones de práctica de 5 minutos cada una, que siguen el mismo modelo
que la de ayer, además de hacer aplicaciones cortas a lo largo del día.
Tratemos de comprender y recordar que lo que Dios quiere que hagamos es lo que
en verdad queremos hacer; y no podemos fracasar al intentarlo; estamos
acompañando Su deseo.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente
mientras la repetís para tus adentros. Luego, pensá 4 ó 5 ideas afines que
provengan de vos, por ej: "mis pensamientos reales están en mi mente. me
gustaría encontrarlos" Tratá de llegar a lo eterno; tratá de que tu
actitud sea de reverencia, porque estamos intentando llegar a un lugar sagrado:
aquel donde nuestra mente se une a la de Dios.
Aplicaciones cortas: tratá de recordar qué importante es comprender la santidad
de tu mente, que piensa con Dios, mientras repetís la idea a lo lardo del día,
dedicando 1 ò 2 minutos a ello. Dejá de lado los pensamientos indignos de esta
mente divina, y agradecé por los pensamientos que Dios piensa con vos.
La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales, que
tienen que estar en tu mente, porque no pueden haber abandonado su fuente.
(tené presente que no existe relación entre lo que es real y lo que pensamos
que es real) Al pensar con la mente de Dios, compartimos nuestros pensamientos
con Él, y viceversa. Tal como somos parte de Su mente, nuestros pensamientos lo
son también.
Lección 46:
"Dios es el Amor en el que perdono".
Hoy se te piden por lo menos 3 sesiones de práctica de 5 minutos completos
(práctica largas) y el mayor número posible de las más cortas.
Prácticas largas: Con ojos abiertos, decí la idea de hoy. Cerralos lentamente
mientras la repetís para tus adentros. Luego, explorá tu mente, buscando
personas a quienes no hayas perdonado, no importa en qué medida sea. Cualquier
persona que no te caiga bien es adecuada. Decí: "NN, Dios es el Amor en el
que te perdono". Luego de nombrar a todos aquellos que hayan venido a tu
mente, decite: "Dios es el Amor en el que ME perdono", luego añadí ideas
afines, por ej: Dios es el Amor en el que me amo a mí mismo" etc. Así
podés perdonarte a vos mismo. Terminá la sesión repitiendo la idea original.
Aplicaciones cortas: pueden consistir en repetir la idea original, o en tener
pensamientos afines. Pero asegurate de, en caso de tener cualquier reacción
negativa hacia alguien a lo largo del día, decirle silenciosamente: "Dios
es el Amor en el que te perdono"
La idea de hoy parece inferir que Dios perdona, pero para ello primero tiene
que haber condena, y ello es imposible. Si bien Dios no perdona, su Amor es la
base del perdón. El miedo condena, el Amor perdona; el perdón deshace lo que el
miedo produjo; por eso el perdón es la mayor necesidad en este mundo de
ilusión; los que perdonan, se liberan a sí mismos de las ilusiones, y de la
misma manera en que sólo te condenás a vos mismo al condenar, al perdonar te
perdonás a vos mismo. Por todo esto, el perdón es realmente la salvación.
Lección 47 :
"Dios es la fortaleza en la que confío".
Hoy son necesarias 4 sesiones de práctica de 5 minutos c/u, aunque se nos
exhorta a hacer más y de más duración (práctica largas). Repetí la idea
frecuentemente en el transcurso del día, usándola como respuesta a cualquier
cosa que te perturbe.
Prácticas largas: Cerrá los ojos y repetí la idea de hoy. Luego buscá
situaciones de tu vida que hayas revestido de temor, y desechalas, diciéndote:
"Dios es la fortaleza en la que confío"; tratando de deslizarte más
allá de las preocupaciones. La forma de tener confianza no es confiar en uno
mismo, sino en Dios, que tiene éxito en todo. Reconocer la propia debilidad es
un paso necesario para corregir los errores. Luego, tratá de llegar muy hondo
en tu mente, a un lugar seguro; hay un lugar en vos de perfecta paz, donde vive
la fortaleza de Dios.
Esta idea remarca que Dios es nuestra seguridad siempre. Su Voz habla por Él
diciéndonos cómo invocar Su fortaleza y Su protección.
Lección 48 :
"No hay nada que temer".
Hoy haremos sesiones muy cortas, muy simples y muy frecuentes, tan a menudo
como podamos, y se recomienda que sean con ojos cerrados, de alrededor de un
minuto c/u.
Esta idea afirma simplemente un hecho real. La presencia de miedo es señal de
que estás confiando en tu propia fortaleza. La conciencia de que no hay nada
que temer, indica que en algún lugar de tu mente, recordaste a Dios y dejaste
que Su fortaleza ocupe tu debilidad.
Lección 49 :
"La Voz de Dios me habla durante todo el día".
Hoy necesitamos 4 sesiones de 5 minutos c/u, de ser posible incluso más.
Trataremos de oír la Voz de Dios recordándonos a Dios y a nuestro Ser.
Escuchá en profundo silencio, tratando de permanecer muy quedo y abrí tu mente.
Sumergite en la paz que te espera más allá de tus pensamientos habituales.
Estamos tratando de llegar al hogar, donde somos bienvenidos; estamos tratando
de llegar a Dios.
Aplicaciones Cortas: hacelas frecuentemente, con ojos abiertos si es necesario,
cerrados si es posible, esperando quedamente luego de repetir la idea de hoy;
estás invitando a la Voz de Dios a que te hable.
La idea de hoy nos dice que es posible escuchar la Voz de Dios durante todo el
día, sin interrumpir las actividades habituales, porque la parte de tu mente
donde vive la verdad está siempre comunicada con Dios; es serena, está en
continuo reposo y llena de seguridad; es la única que existe realmente. La otra
parte de tu mente es una ilusión, frenética y perturbada, tratá hoy de no
prestarle oídos, sino de oír la voz de Dios llamándote, recordándote que te ama
y no te olvidó.
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