Tómese un par de corazones,
2 corazones grandes y completos.
2 corazones donde quepan la ternura, la cólera,
la alegría, el dolor, el error,
la pasión más absolutamente desmedida
y todo el desconcierto.
(Parecerá, a primera vista, que se podría prescindir
de algunos de los ingredientes; pero una vez que se
pruebe el resultado, se advertirá que no hay nada superfluo.)
Mézclense bien;
añádase a los corazones -claro está-
cualquier otra porción decisiva de sus dueños
y póngase a hervir en su propia sangre
sobre un fuego muy lento.
Si los corazones son de primera clase como se recomienda,
resultan francamente innecesarias las especias, pero si
se desea puede añadirse un pizca de cerveza, una canción o un
El tiempo de cocción es muy variable, por eso
el guiso ha de probarse repetidas veces.
Sírvase en raciones grandes pero diseminadas
y cómase de manera despaciosa, lujuriosa, reflexiva e
intensa.
No se requieren peculiarmente favorables condiciones
de ambiente; al revés, este plato exquisito, caprichoso,
cuece mejor si arde la llama
en dirección opuesta a la del viento.
Protéjase, eso sí, de las miradas de la gente.
(desconozco como llego a mi este escrito),
Pero me gusto!!!
Feliz fin de semana, cargado de amor, alegrias, enojos, reconciliaciones, buenos y malos humores, todo entra en la balanza por que si no faltaria algo para ser completa la misma VIDA!!!!!
Un abrazo de almas
Mony
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